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jueves, 27 de octubre de 2011

Sincronía

Hoy tuve la oportunidad y la suerte (buena o mala, ya juzgarán ustedes) de ver Sincronía y de escuchar a Jorge Iván Morales, director de la misma, comentar un poco sobre su realización.

Esta es una película mexicana independiente. No tuvo ningún tipo de apoyo fiscal ni comercial ni nada por el estilo, los creadores pusieron su dinero, tiempo y esfuerzo en sacarla adelante. Empiezo comentando esto ya que es algo que en verdad aplaudo y creo que si tienes una idea está bien que busques llevarla a cabo. Por otra parte, Sincronía es la opera prima de Jorge Iván Morales y no le ha ido tan mal, ya que participó en el Festival Internacional de Cine de Acapulco.

Los protagonistas son Luis Gerardo Méndez y Marisol Centeno, acompañados de Marifer Malo “Fuzz”, Mario Heras y Hugo Catalán. El guión es de Jorge Ivan Morales y Adán Lerma.

 Les dejo el trailer y si les dan ganas de verla, me parece que estará disponible a partir de mañana en Nuflick, página que les recomiendo mucho si quieren ver cine independiente.
¡ALTO!
Si te gusto el trailer, no continúes leyendo pues lo que escribiré a continuación podría alterar tu percepción sobre la película.

Lo siguiente lo quiero dedicar más que nada a personas que como yo buscan llegar a producir cine.
Creo firmemente en la siguiente cita: 
"Si se puede imaginar, se puede escribir. Si se puede escribir, se puede filmar." Stanley Kubrick. 

Les digo esto por que Jorge Iván Morales habló de que tuvo la idea para la película y quiso desarrollarla con los medios que tenía a la mano. 
Yo creo que cualquier idea, por más simple que sea se puede convertir en imágenes, pero hasta la mejor idea puede ser derrumbada si no se tiene una buena imagen junto con un buen sonido. 
Un consejo que me han dado y que yo les comparto es que graben mucho, que busquen materializar sus ideas, pero sean conscientes de que echando a perder se aprende. Al principio todos tenemos muchos errores y lo importante es aprender de ellos. 
Creo que Sincronía fue un buen ejercicio para Jorge Iván Morales, pero sinceramente si yo fuera él, no la hubiera publicado. 
No lo digo sólo por que no me haya gustado, sino por que hay varios aspectos en los que creo que fallaron:
  • La narrativa es sumamente lenta. Utilizan muchos planos secuencia en los que no pasa nada. Además todo ocurre dentro del mismo lugar.
 
  • La edición me molestó un poco por que aparte de fallas en la continuidad, a veces se deja mucho tiempo muerto ya que las escenas parecen haber terminado y como espectador, te quedas viendo al fondo sin que pase nada.
 
  • Los diálogos a veces son muy vacíos y un tanto rebuscados. Me parece que en el cine se imita a la realidad y la manera en la que hablan los personajes no me resultó muy natural.
 
  • La actuación de Luis Gerardo Méndez me pareció buena, pero me costaba trabajo creerle a los demás actores en el sentido de que no hacían que sus diálogos sonaran de acuerdo a su personaje. Quizá la culpa de esto sea de Jorge Iván Morales o tal vez él quiso que así fuera. Como quiera que haya sido, a mí las actuaciones me parecieron muy forzadas.
 
  • El sonido de pronto cambiaba de golpe o no se entendía lo que los actores decían, el sonido ambiental a veces estaba fuera de lugar. 
 
  • La iluminación pudo haber mejorado la calidad en gran manera, pero quizá el mismo hecho de que no había presupuesto les afectó. En específico recuerdo una escena en la cual hay una luz que prende y apaga que no tiene ninguna justificación y solamente se ve como un error.

  • En cuanto a fotografía, se pudo haber hecho un muy buen trabajo con angulos, aprovechando la locación y a los actores, pero creo que fue uno de los puntos más débiles de la película. Casi no hay primeros planos, por lo que no se muestran mucho los detalles. En la composición de la gran mayoría de las tomas no existe un balance ni un equilibrio entre los objetos dentro del cuadro, no hay armonía. La mirada se pierde y uno no sabe a qué poner atención. A veces la cámara es fija, a veces es hand held (cámara en mano) y a veces hay dollys, esto no es muy coherente ni tiene algún tipo de justificación. Las tomas hand held se mueven mucho y/o están chuecas, las de tripie se ven mejor a pesar de lo antes ya mencionado. Hay una escena en particular en la que parece que el director de fotografía se puso a jugar con la cámara, pues la mueve rápidamente alrededor de los personajes haciendo zoom ins y zoom outs, enfocando y desenfocando y la verdad es que marea a la audiencia y no se ve nada profesional, a pesar de que se intenta justificar en la tensión de la escena , la cual es una discusión. La profundidad de campo no es muy manejada, lo cual creo yo hace muy plana la imagen.
Hacer cine en México no es nada sencillo, pero creo que si vamos a hacerlo, hay que intentar hacerlo lo mejor posible. Son pequeños detalles los que a veces levantan a una producción y la hacen ver más profesional.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Miss Bala


MISS BALA, interpretada por Stephanie Sigman

Fui a ver Miss Bala habiendo recibido reseñas de distinto tipo, desde la que la ensalzaba hasta la que la condenaba a la fosa común de malas películas mexicanas. No sabía bien qué esperar (aunque al entrar a la sala uno siempre tiene la esperanza de salir de ahí en acuerdo con los que le hablaron bien de la cinta en cuestión, que nadie quiere pasar dos horas viendo un bodrio). Me atrapó rápido, tal vez por la cierta complicidad que hay al principio entre Laura y su amiga. Luego Laura la busca, un tanto desesperada por saber si está bien, y en su búsqueda entrará al hoyo del que no saldrá en todo el film. Enredada con el narco, es utilizada para realizar encomiendas peligrosas, sin que ella pueda negarse o decir algo siquiera.

Gerardo Naranjo, director de Miss Bala

La trama de Miss Bala se desenvuelve con muy pocos diálogos. Lo curioso es que tampoco hay mucha acción. Lo que predomina, y es obvio que el filme fue realizado con esa intención, es una atmósfera gris, una en donde la voluntad no tiene valor alguno, la incertidumbre está siempre presente y la vida en riesgo constante. La cámara pareciera ser los ojos de algún testigo incorpóreo que sigue a Laura sin poder hacerle compañía en su odisea. En un estilo casi documental, viéndolo todo cual si fuese un periodista gonzo, el espectador llega a olvidarse que lo que ve es un filme de ficción, casi hasta sentirse igual de inseguro que la protagonista. 

Lo que en buena medida ayuda a que la historia resulte tan realista, son las excelentes actuaciones de Stephanie Sigman y Noe Hernandez, ella, en el papel protagónico y él, como Lino, el narcotraficante que le dá órdenes. Se nota el sumo cuidado que Gerardo Naranjo puso en este rubro, ya que, desgraciadamente, es común en el cine mexicano que las historias pierdan credibilidad por tener actuaciones mediocres, o en el peor de los casos, francamente malas. Ésta película, sin embargo, mantiene todo el tiempo actuaciones dignas de un galardón.

Noé Hernandez como Lino Valdez

Algo muy peculiar del filme, es que no tiene música extra diegética. No hay una composición instrumental de melodía triste que acompañe las desventuras de Laura. Sólo hay silencio, órdenes, sonidos de coche y disparos. ¿Un tributo a los principios de Bresson? Puede ser. En lo personal, me parece un muy buen filme mexicano, uno que sé que representará competitivamente a México en festivales internacionales. Éste es el nivel de películas del que queremos ver más ejemplos en México. ¿Una muestra del principio de una sana industria cinematográfica en nuestro país? Yo lo creo posible.